Reseña
Un movimiento artístico o estilo artístico es una tendencia o estilo referente al arte con una filosofía o meta específica en común, seguida por un grupo de artistas repercutores durante un período de tiempo (como el movimiento dadaísta o el pop-art); o característico de un periodo más extenso de la Historia del Arte (como el renacimiento o el barroco); o restringido a un lugar determinado, con lo que se habla entonces de una escuela artística (como por ejemplo la escuela sienesa, la escuela florentina o la escuela sevillana). Con la palabra estilo también se alude particularmente a las características que unifican o distinguen una obra artística de otra y a un autor de otro (el estilo personal o la voluntad de estilo, que se hace más marcada en los genios del arte y en la personalidad de los artistas burgueses, sometidos al mercado de arte, sobre todo a partir del romanticismo).
Cada movimiento o estilo artístico refleja el arte con ciertos rasgos similares durante una etapa de tiempo, siendo un fenómeno de expresión artística que manifiesta las características propias de la época en el que surge. Los movimientos o estilos artísticos se clasifican por los historiadores del arte o de la literatura atendiendo a distintos criterios de periodización (por ejemplo, la generación) y se proyectan en las diferentes áreas de la literatura y el arte o bellas artes: música, artes visuales (pintura, escultura y arquitectura). De tal modo que, por ejemplo, para las creaciones culturales de la civilización occidental del siglo XVII a la primera mitad del XVIII, se ha acuñado el término barroco y, aunque los productos artísticos de las distintas artes no tengan una conexión inmediatamente evidente entre sí, se designan habitualmente como arquitectura barroca, pintura barroca, música barroca o literatura barroca.
El materialismo histórico interpreta los movimientos o estilos artísticos como parte de la superestructura, y por tanto, sólo entendibles a partir de la formación económico social donde nacen o se desarrollan, y de la que serían expresión ideológica (junto con la religión o el derecho). Otras interpretaciones de la Historia del Arte[4] se plantean más bien el estudio de las variaciones o similitudes formales (formalismo), de su contenido iconográfico,[5] de la personalidad o psicología de los artistas (incluso la aplicación del psicoanálisis), etc.
Cada movimiento o estilo artístico refleja el arte con ciertos rasgos similares durante una etapa de tiempo, siendo un fenómeno de expresión artística que manifiesta las características propias de la época en el que surge. Los movimientos o estilos artísticos se clasifican por los historiadores del arte o de la literatura atendiendo a distintos criterios de periodización (por ejemplo, la generación) y se proyectan en las diferentes áreas de la literatura y el arte o bellas artes: música, artes visuales (pintura, escultura y arquitectura). De tal modo que, por ejemplo, para las creaciones culturales de la civilización occidental del siglo XVII a la primera mitad del XVIII, se ha acuñado el término barroco y, aunque los productos artísticos de las distintas artes no tengan una conexión inmediatamente evidente entre sí, se designan habitualmente como arquitectura barroca, pintura barroca, música barroca o literatura barroca.
El materialismo histórico interpreta los movimientos o estilos artísticos como parte de la superestructura, y por tanto, sólo entendibles a partir de la formación económico social donde nacen o se desarrollan, y de la que serían expresión ideológica (junto con la religión o el derecho). Otras interpretaciones de la Historia del Arte[4] se plantean más bien el estudio de las variaciones o similitudes formales (formalismo), de su contenido iconográfico,[5] de la personalidad o psicología de los artistas (incluso la aplicación del psicoanálisis), etc.
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